Han pasado ya algunos años desde que Regadera vio la luz en 2011, y aunque los platos están en continua evolución, nuestro concepto y filosofía se han mantenido inamovibles:
Buscar siempre el mejor producto posible, tratándolo con el máximo respeto, y elaborar TODOS Y CADA UNO de los elementos que forman parte de nuestros platos, por mínimos que parezcan…
Con nuestras manos.
Amamos nuestra profesión, en Regadera no concebimos la cocina de otra manera.
Ofrecemos una cocina artesana, fresca, y de mercado. Con una carta estudiada para que todos los platos compartan protagonismo, dedicación y cariño por igual. Un cariño que extendemos también a los vinos que seleccionamos.
Dentro de cada botella de vino siempre hay una historia. Historias especiales, insólitas, emotivas… vinos que en algún momento de nuestras vidas han dejado su huella y que queremos compartir con vosotros. ¡Brindemos!
Nuestros inicios fueron humildes, pero a base de esfuerzo, dedicación y pasión, fuimos creciendo hasta conseguir en 2015 abrir el Restaurante que siempre soñé. No fue fácil, pero para conseguir los sueños hacen falta ganas, ilusión y estar un poco loco… como una Regadera.
Adrián Caballero.
La cocina de Regadera
Han pasado ya algunos años desde que Regadera vio la luz en 2011, y aunque los platos están en continua evolución, nuestro concepto y filosofía se han mantenido inamovibles:
Buscar siempre el mejor producto posible, tratándolo con el máximo respeto, y elaborar TODOS Y CADA UNO de los elementos que forman parte de nuestros platos, por mínimos que parezcan…
Con nuestras manos.
Amamos nuestra profesión, en Regadera no concebimos la cocina de otra manera.
Ofrecemos una cocina artesana, fresca, y de mercado. Con una carta estudiada para que todos los platos compartan protagonismo, dedicación y cariño por igual. Un cariño que extendemos también a los vinos que seleccionamos.
Dentro de cada botella de vino siempre hay una historia. Historias especiales, insólitas, emotivas… vinos que en algún momento de nuestras vidas han dejado su huella y que queremos compartir con vosotros. ¡Brindemos!
Nuestros inicios fueron humildes, pero a base de esfuerzo, dedicación y pasión, fuimos creciendo hasta conseguir en 2015 abrir el Restaurante que siempre soñé. No fue fácil, pero para conseguir los sueños hacen falta ganas, ilusión y estar un poco loco… como una Regadera.
Adrián Caballero.